domingo, 12 de agosto de 2007

LAS MUJERES BANDEJA


Las Mujeres Bandeja

En esta otra creación mía, otra vez le doy un palazo al falismo del mundo de pa. Muchas cosas buenas puede aportarnos el mundo de papá pero hoy podemos ver que papá está embarrando el mundo, o mamá tierra. Guerras, hambre, violaciones a los derechos universales (¿Si un ser nace, hay que tirarle una bomba? ¿No corresponde que cumpla el ciclo cósmico?), todo eso ocurre en el mundo de papito.

Siempre voy a odiar y detestar la cabeza poronga de Bush, y a pesar que me gusta comer de las frutas más diversas degustando a piacere cada sabor, cada esencia, la poronga del paternalismo occidental no me la puedo terminar de tragar, dado que es demasiado harto grande y descomunal. Supongo que conviene primero cortarla, cercenarla, machacarla, y hacerse una paella con el kalamar, o bien rabas fritas, salteadas con ajo y orégano, para digerirla.

En este dibujo presento a manera de chiste, la mirada paternalista sobre el cuerpo de la mujer. La mujer bandeja es aquella que está relacionada con el mundo de “las plumas”, de la “revista porteña” y de la “pornografía”. Siempre digo que hay que considerar lo relativo de las cosas. No está mal que una chica quiera quebrarse la columna vertebral para demostrar sensualidad o pretender mayor feminidad. De hecho yo suelo caminar en puntitas de pie, lo que ha provocado una deformación de los huesecillos de los pies que se denomina, según creo, espolones. El tema es cuando una industria, el de la revista porteña, por ejemplo, genera moldes tipo corsette, y conmina a través de la ideología, a mirar al ser humano desde la óptica de papito, que por lo general también está vinculada al manejo de guita.

Lo que está en puesta es eso: el aparato ideológico, que… ¡HASTA TERMINA POR MODELAR EL PROPIO CUERPO! La mirada de papá, fuerte, de hombre bien macho y porongudo, que se la banca, imprime su huella no sólo a la mente y el pensamiento, sino al cuerpo.

La mujer bandeja, es la vedette, que transita lenta o rápidamente a la vejez... ¿y qué pasa? Que la quebradura ósea de la zona lumbar va perdiendo su función sensual y sexual (que en el mundo de papito se traducen como prácticas, o sea como cosas prácticas), y que ahora sólo le queda su función práctica: el de bandeja.

A partir de entonces puede servir para apoyar bazos, como ilustra el dibujo, o también de asiento. Muchos salones dedicados a fiestas infantiles están requiriendo este tipo de mujeres para usarlas como medio de transporte en la animación de fiestitas. Los chicos se sientan un poco más arriba de los glúteos y así pueden jugar carreras como las que juegan en ciertos países de África con el avestruz.

Y así la mujer enser, puede seguir manteniendo su utilidad por largo, largo tiempo, aunque no tanto.

Una vez más ANÍBAL VELOSO. (AVE)




1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente representación, muchas veces, sin llamarlas "mujeres bandeja" las vi con ese aire de utilitariedad, como un afrodisíaco séquito, una milicia armada con lo último de lo último en mansillar al cuerpo. La ciencia también se ha puesto a favor del deseo hueco, de una estética de la vanalidad, la futilidad, lo naturalmente imposible, de la adquisición (el cuerpo deseable es un bien adquirible y un valor para las que quieren acceder a lo que mentirosamente llaman fama o triunfo).