miércoles, 6 de junio de 2007

PHOENIX y SUPERMAN

Phoenix y Superman

¿Cuál es mi personaje favorito en cómic? ¿Qué características debe poseer para cumplir los requisitos que exigen mi gusto y mis excentricidades personales?

Pues bien ante todo trato aquí de los personajes más elevados: hablo de los superhéroes.

Considero al superhéroe como el personaje más elevado dentro del cómic porque es el único capaz de llevar acciones altruistas y está vinculado al mundo de los dioses, al mundo de la tragedia antigua.

El superhéroe posee como rasgo principal el poder sobrenatural que no posee el humano. Dicho poder a veces es limitado ya que como todo buen héroe debe ofrecer un punto de debilidad, un archirenombrado talone de Aquiles. He aquí que el héroe de cómic de las nuevas mitologías se conecta con los otros héroes míticos, con los más antiguos y altos, capaces de realizar grandes proezas y contravenir los designios divinos que los dioses tienden sobre la humanidad: LOS HÉROES DE LAS ANTIGUAS CULTURAS.

Ya sean griegas, egipcias, sumerias, aztecas, etc, el héroe antiguo ofrece destellos al héroe actual. Dado que el poder hace sobresalir al superhéroe de los humanos, como en el héroe, también ese poder debe ofrecer el aspecto de debilidad.

Como este es el carácter de fundamento que nos permite hablar de héroes, será en adelante esa cualidad la que me mueva a la elección del superhéroe favorito.

Y esa cualidad ya la tenía presente desde un principio y es por eso que siempre deteste a todo superhéroe indiscutible. Y si hablamos de superhéroes de superhéroes, tenemos al que me es más odioso: SUPERMAN.

Si Superman tiene toda una serie de chiches en el organismo que lo vuelven invencible, existen otros héroes que poseyendo poderes ilimitados como dioses, deben CAER irremediablemente. Y hete aquí a mi superheroína favorita: PHOENIX.

¿Por qué? ¿Qué significa eso? ¿Qué significa que un héroe ha de ser eterno? ¿Por qué alguien plantea, ya de entrada, que ha de existir un héroe invencible, invulnerable, un ser de acero? ¿Qué puede llegar a significar, dado que todo, absolutamente todo en el mundo cultural tiene un sentido?

De momento no lo sé, pero superman parece prolongar su vida como el afán de los imperios en la búsqueda de un poder de duración indefinida. Y si algo nos enseña la historia es que nada perdura en el tiempo, solo las generaciones, el recuerdo y las grandes obras de arte que les sobreviven a las guerras y al falismo occidental.

A todo héroe grande le corresponde una muerte, un descenso, es así que Phoenix alcanza gloria inmarcesible, mientras que Superman logra un éxito comercial.

Pero además Phoenix parece beber de fuentes arquetípicas, los creadores de este personaje han tomado elementos tan profundos y ricos de la cultura que se puede someter a un riquísimo análisis, mientras que de Superman solo podremos decir que es... Superman.

Con Phoenix me refiero al personaje de la saga homónima que tiene como protagonista a Jean Grey. Aquí entra la mujer en el mundo heroico del cómic, lo hace con el protagonismo de la mujer occidental de ese tiempo. Y es por eso que ingresa al mundo de manera caótica, con dos caras, con las múltiples caras antiquísimas de la DIOSA MADRE.

En todo momento, en la Saga que ideó la Marvel, se la llama DIOSA o recibe títulos similares, indicio que la conecta directamente con la DIOSA MADRE. Luego tenemos el otro indicio, que es mujer y posee dos caras: la benévola y la malvada.

Sí, Jean Grey ha reencarnado en las sociedades occidentales, no sólo como heroína sino con todos los ropajes y el poder de la Antigua Diosa. ¡Y LO HA HECHO EN UN CÓMIC!

Las dos caras centrales de la DIOSA MADRE son la destructiva y la creativa, puesto que la madre puede dar vida o quitarla. De esta forma Jean Grey sufre y se debate entre estos gigantescos poderes cósmicos.
Además para completar el cuadro lleva el nombre de FÉNIX (PHOENIX), es decir el ave que puede vivir y morir, morir y revivir. CICLO CÓSMICO POR EXCELENCIA.

De esta forma tenemos a un superhéroe de poderes inconmensurables que muy pronto comenzará a padecer; la cara buena cede a la malvada y se place en la destrucción, al FÉNIX OSCURO, la cara más sugestiva de esta mujer naciente. Completamente libre y salvaje, Jean Grey llega al punto de la destrucción de todo lo que la circunda en un éxtasis desenfrenado.

Pero como a todo gran héroe le llega la hora, es la hora del fin. Nadie puede excederse en su poder y Jean Grey ha demostrado su rasgo demasiado humano. Ante la debilidad decide cometer el acto de mayor altruismo que una persona puede hacer desde el tiempo de Cristo: sacrificarse ella misma por amor a todo lo viviente.

De esta forma mueren los héroes y su muerte conmueve a los seres humanos sin necesidad que se le invente una historia traída de los pelos, se le publiquen comunicados, afiches y otros artilugios marketineros.

No hay comentarios.: